Oro en recortes y fraudes para el deporte mexicano


Tokio 2020 está por terminar y con ello, personajes de la talla del periodista deportivo, José Ramón Fernández, además de la afición en general, han comenzado a cuestionar la pobre cosecha de medallas de estos Juegos Olímpicos. Y no es para menos, pues apenas hace unos días cuando la ilusión se apoderaba de toda la nación azteca al arrancar la máxima justa deportiva, la también medallista y hoy directora de la CONADE, Ana Gabriela Guevara, aseguraba que la comitiva mexicana estaba lista para poder traerse 10 preseas, mientras que el presidente Andrés Manuel López Obrador, sentenciaba que por lo menos se lograría superar las 5 medallas de la edición en Río de Janeiro. Al cierre de esta edición (06 de agosto) solo se cuenta con 4 medallas de bronce (clavados, tiro con arco, halterofilia y fútbol).

Es fácil señalar, decir que los jueces nos tienen tirria, que hay favoritismos (eso no es novedad), que el clima y los cuartos lugares, pero lo cierto es que hay un trasfondo mucho más serio detrás de este fracaso que suena con el ruido del cash, los recortes presupuestales y la falta de apoyo de gobierno y patrocinadores.

Para muestra, los más de 186 millones de pesos de gasto público de la CONADE que están sin aclararse desde febrero de este año de acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación (ASF), quien además, detectó fuertes irregularidades en el programa Atención al Deporte en pagos de servicios que no se realizaron y posibles sobornos para adjudicar contratos por un monto de 57 millones 896,000 pesos. O también, el más reciente golpe al deporte de la mano de la sonorense, quien tomó la decisión de extinguir la beca FODEPAR (Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento), usado para pagar 1097 becas vitalicias a medallistas olímpicos, que destinaba más de 20 millones de pesos entre medallistas y sus entrenadores… una decisión por demás cuestionada a quien en 2008 se retiraba del deporte argumentando estar asqueada del sistema y la corrupción de la CONADE. Así, a Ana Guevara parece haberle pasado eso de “convertirse en lo que juró destruir” cuando en 2018, se convirtió en la primer mujer y exatleta al estar al frente del máximo organismo del deporte en nuestro país.

Y no, no todo es Ana Guevara, la tormenta ya se anunciaba desde septiembre del año pasado, cuando se hacía el anuncio por parte del gobierno federal de reducir el presupuesto que se entrega al deporte a través de la CONADE con un total de 5 mil 351.8 millones de pesos y un presupuesto para 2021 de 2 mil 676.5 millones de pesos, una reducción de 107.5 MDP respecto a lo asignado para 2020 y con un 51% de caída en los últimos 10 años.

Mientras tanto, a nivel Latinoamérica, los casos de éxito como el de Cuba, Brasil, Venezuela o Ecuador, siguen dando muestra de que el presupuesto es importante, pero no lo es todo, pues sin el apoyo necesario por parte de gobierno, entidades deportivas y patrocinadores comerciales para que estos superatletas se dediquen única y exclusivamente a practicar su deporte, seguiremos viendo casos como el de la gimnasta Alexa Moreno, quien sufragó sus propios gastos para asistir a Tokio según reveló la agencia que representa a la gimnasta bajacaliforniana.

Veremos si tras la conclusión de esta triste edición, los deportistas aztecas vuelven a pisar el podio y nos vuelven a hacer soñar con que podemos ser potencia en algo más que delincuencia y corrupción.

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