Ricos más ricos y pobres más pobres. Desigualdad en México


Esta semana se hicieron públicos algunos de los datos más importantes en materia de dinero en nuestro país y América Latina, en donde de acuerdo al informa presentado por el banco suizo Credit Suisse, el índice de desigualdad entre ricos y pobres en México es de 80.5% sobre 100% arrojando un dato alarmante y que en teoría, requeriría de nuestra total atención; pues mientras 2 de cada 10 mexicanos no cuentan ni siquiera con los servicios básicos y el alimento que los ayude a concluir su día, el 1% más rico de nuestro país tiene más de 8 veces la cantidad de riqueza que los 62 millones de personas en situación de pobreza.

Pero, ¿hasta dónde es todo esto culpa de aquellos cuya riqueza resulta parecer un insulto hacia los demás? En opinión de Roberto Vélez, director ejecutivo del Centro de Estudios EspinosaYglesias, no podemos ver el tema la desigualdad de una manera tan radical, pues si tomamos en cuenta que en gran parte la riqueza radica en la iniciativa privada, tenemos una consecuencia muy lógica; pues quienes tienen más, aportan más y aunado a esto, son los “millonarios” a quienes les toca arrimar el hombro para que aquellos que se encuentran más abajo en la pirámide de la economía, suban paso a pasito… o por lo menos, cuidar que no caigan.

En este sentido, para las personas con menores ingresos, el problema no es que existan personas que acumulan demasiada riqueza, sino que nacen en un sistema que propicia una mayor brecha de desigualdad en México. Así pues, lo que verdaderamente preocupa, no tiene mucho que ver con la cantidad de personas ricas que acumula el país, sino que en los últimos 25 años, el 60% de la desigualdad se transmite de una generación a otra, y el porcentaje de personas que viven en pobreza, no se ha reducido de manera sustancial en todo este tiempo.

¿Estancados? En palabras de Vélez, el problema de este cuarto de siglo radica en tres puntos fundamentales en los que no se ha podido trabajar de forma contundente: el empleo para los jóvenes, el crecimiento económico y el hacinamiento (vivienda con problemas de espacio). Lo anterior, sin contar que un 59% de las personas tiene un ingreso de 2,548 pesos al mes. Y es este mismo grupo el que considera que el ingreso mínimo para ser ricos es de 38,248 pesos y que alrededor del 35% de las personas en el país son los que tienen este sueldo, cuando apenas el 1% de la población lo alcanza.

De esta manera, podríamos concluir que la desigualdad en México es consecuencia de un sistema económico injusto y patriarcal que favorece a unos cuantos a costa del trabajo gratuito o mal remunerado de millones… está claro que se debe de pensar en una estrategia integral, pues la crisis económica derivada del coronavirus, sumada a la desaceleración económica que ya se presentaba, tendría que abrirse la puerta a una nueva discusión sobre desigualdad. ¿Será el momento de confrontar nuestra situación o seguiremos dejando las cosas así? Habría que apurarnos si es que queremos un cambio que logre un equilibrio que beneficie a todos.

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